Un día me encontré una perla De entre todas ellas la mas bella La encontré nadado por un arrecife En donde encontré puras estrellas Entre el coral y la arena Se encontraba la ostra perfecta Un bello tesoro que recogí perpleja Lo tome con cariño Lo lleve conmigo Me acompaño en mi recorrido por la arena Me la lleve más lejos Para que me acompañara a mirar las estrellas A descubrir los monte y praderas Y se la enseñe a la gente viajera Pero nadie entendió su verdadero valor Solo la veían como un prendedor Así que la guarde en mi corazón Un día llego alguien y quiso comprar mi perla Se decía experto en la materia La quería para venderla A un coleccionista de riquezas Se la llevaría lejos, para que cualquier extraño la luciera Yo le dije que no estaba en venta Que no solo era una perla, sino también mi compañera Que la tenía en mi corazón para que nadie la rompiera Pero el no lo entendió, mas bien se molesto Me dijo que era tonto guardar tal riqueza en el corazón Trato de robar mi perla Trato de destruir mi corazón Y cuando desfallecía en medio del dolor Surgió mi perla resplandeciendo como el sol Recordándome cual era su verdadero valor No era solo para lucir en un collar O como la gente la veía nada más Era mi esfuerzo, mi valor Al encontrarla en el arrecife Le había entregado mi corazón Mi perla se fundió conmigo Ahora somos uno las dos.
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