Las tres Marías
Sentada en el corredor de la casa,Carmen
Palacios observa a sus tres hijas jugar
con las muñecas, la mayor de cuatro años
es María Luisa simpre callada y muy
ordenada, la segunda es María Victoria
extrovertida y con una sonrisa a flor de
labios y por último esta María Magdalena
pensativa y calculadora la más inteligente
de todas. Aquellas niñas eran la alegría
de la casa tal y como lo expresaba con
orgullo Luis Aristimuño el padre de las
menores y quien al regresar del trabajo
acostumbraba pararse en la puerta y a plena
voz preguntaba: ¿Dónde esta María.....?.
y ellas corrían a su encuentro ya que
siempre les traía regalos en sus bolsillos.
Los amiguitos del colegio las llamaban
cariñosamente las tres Marías, ya que
siempre se les veía juntas en todas partes.
Estas inseparables hermanas acordaron un día
hacer un pacto o juramento el cual cumplirían
cuando fueran grandes y se casaran, les
pondrían el nombre de María a sus hijas para
mantener la tradición. Con el transcurrir de
los años la primera de las hermanas que se
caso fue María Luisa y al tener a su hija
le puso por nombre María Esperanza. Paso
el tiempo y se caso María Victoria y como
al año siguiente tuvo una hija y le puso
por nombre María Consuelo. Continuaron
pasando los años y al fin se caso María
Magdalena, pero sucedió un problema ya
que su primer hijo le nació varón y no
podía ponerle por nombre María para
continuar la tradición, por lo que
decidió esperar, al siguiente año nació
su otro hijo, el cual resulto ser otro
varón y María Magdalena lloraba desesperada
al punto que decidió llamar a su segundo hijo
José María, al enterarse su anciana madre
Carmen Palacios le reprocho su aptitud
diciéndole las siguientes palabras:
¡Consuelate hija, mira que tienes la
esperanza de que uno de tus hijos te
e una nieta y puedes si ellos aceptan,
ponerle el nombre de María!. La pobre
María Magdalena vivió hasta los noventa
años de edad y casi al final de su vida,
a uno de sus hijos le nació una preciosa
niña, a la cual decidieron ponerle por
nombre María Magdalena, para complacer a
la anciana madre y abuela.
D/R
Webset Copyright ©2010 Paqui All Rights Reserved
|