Frío
Llegué y estoy impávido, encuentro éste frío, y el sereno chasquido de la gota de rocío.
Éste fresco paraíso acolcha el agua en su alfombra, en su suburbio mestizo de vegetación sin su sombra.
Éste sopor es cierto aquí el aliento flamea y el pañoso frailejón despierto con las aves bromea.
Aquí el silencio es perpetuo quizá, sea la tranquilidad que abunda de la nube que nace y se hace espectro y lleva en su agua la vida fecunda.
Aquí los musgos, los pajonales, los pajararillos y los insectos parecen sendos activistas liberales y de la verde alegría sus prefectos.
Esta frescura es de calma, aquí la esperanza se engendra éste frío sí calienta al alma En el páramo la vida es siembra.
Paulo César Ruales Caicedo. Derechos Reservados de Autor.
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