Y diariamente le fue dada su comida de parte del Rey, de continuo, todos los días de su vida. II Rey 25:30
Joacim no fue enviado lejos del Palacio con un almacén lleno de comida para sustentarlo por largos meses, pero su provisión se le dio como una pensión diaria. Incluso él bien ilustra la posición feliz de toda persona en el mundo. Una porción diaria es todo lo que un hombre realmente quiere. Nosotros no necesitamos abastecimiento de mañana; ese día no ha amanecido aún.
La sed que nosotros podemos sufrir en el mes de Junio no necesita ser satisfecha en Febrero. Suficiente para el día es todo lo que puedo disfrutar. Hoy. no puedo comer o beber o vestir más del abastecimiento diario. El superávit me exige tener el cuidado de almacenar , y me produce la inquietud de velar contra el ladrón.
Una ayuda personal para el viajero es una bendición, pero un fajo de estacas es una carga. Cuando nuestro Padre no nos da más, nosotros deberíamos estar contentos con su descuento diario. Joacim es una muestra de la manera como debemos vivir y contemplar la misericordia de Dios.
Tenemos una porción segura, una porción dada por el Rey, una porción de gracia y una porción perpetua. Porque la Biblia dice que diariamente, le fue dada su comida de parte del Rey y de continuo durante toda su vida. Aleluya, es la misma experiencia con nosotros los hijos de Dios.
Hoy, necesito por gracia el abastecimiento diario. No tengo almacenes que me sustenten. Hoy necesito la ayuda de arriba. Hay una promesa muy dulce en la palabra que una porción diaria provee el Rey para mi. En la palabra, en el ministerio, por la oración y esperando en Dios hoy recibiré fortaleza renovada. En Jesús todas las cosas que necesito están encima de mi.
Hoy cuento con su provisión y la disfrutaré porque se ha venido de la mano del Rey. Nunca estaré hambriento mientras el pan diario de la gracia esté en la mesa del perdón.
Señor. Gracias, por tu amor vivo y existo. Tu amor se manifiesta no sólo en perdón y en salvación sino también en provisión. Tu provisión estará continuamente en mi mesa y jamás quedaré defraudado, porque tu amor es eterno y grande , demostrado a cada instante en el diario vivir. Amén.