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Inmenso es Dios
Inmenso es Dios puede ver el universo, el fondo del corazón, y sabe cuando cae del pelo un herido cabello.
Algunos no lo entienden, muchas preguntas se hacen; otros simplemente creen de apoco aprendiendo, viviendo en su vida la fe.
Él es tan inmenso, que no ignora mis versos, mis hijas que alegres juegan; mi esposa, y lo que ocurre, en cada uno, a cada momento.
Sus ojos recorren el mundo, atento a quien le habla, aguardando la petición, mi amado, mi amada: ¡Inmenso es Dios!
Autor Javier R. Cinacchi.
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