¡Jactancia y vanidad! -falsos laureles-
se esfuman en los sueños que caminas,
son ruinas que no saben que son ruinas
alzadas sobre calcio y bajo pieles.
Las Leyes del Camino se han escrito
-con rayos del Gran Sol- sobre la roca
que rige -desde otrora- al infinito.
Y el trueno de la vida desemboca
al seno de la tierra como el grito
del polvo que ha cerrado ya su boca.