RIMAS HUMANAS
13
Desde que viene la rosada Aurora hasta que el viejo Atlante esconde el día, lloran mis ojos con igual porfía su claro sol que otras montañas dora;
y desde que del caos adonde mora sale la noche perezosa y fría, hasta que a Venus otra vez envía, vuelvo a llorar vuestro rigor, señora.
Así que ni la noche me socorre, ni el día me sosiega y entretiene, ni hallo medio en extremos tan extraños.
Mi vida va volando, el tiempo corre, y mientras mi esperanza con vos viene, callando pasan los ligeros años.
Lope Félix de Vega y Carpio
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