Nuestra Felicidad
Desde la tarde que me abrías tu corazón buscando el salvador de tus sentimientos, sabiendo que el cielo no tenía razón para negar la suplica de tus pensamientos
...me encontraste a mí concediendo y dejando mis brazos llevarte conmigo, salvando mi vida con la tuya sintiendo y tomando solo esa noche como testigo.
Dios sabe que hay almas sin esperanza viviendo olvidadas de caricias sinceras, sintiendo esta vida como una amenaza perdiendo el divino favor en su espera.
Pero hoy en nuestro amor podemos palpar la felicidad que viven nuestros corazones, y puede también nuestro mañana iluminar haciendolo más lindo como las estaciones.
d/a
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