Te busco,
a instancias de la fe depositada
en sentirme viva,
feliz e lusionada.
Te busco
donde el sol desborda
emocionado
su mágica ternura en las galaxias.
Y en los lirios
que enamoran a las rosas
y pasean
por la orilla de tu cuerpo.
La tarde se va
y agonizante,
nos deja su rostro sonrosado
en lontananza.
Donde los cisnes
dan a los cristales
del lago de tus ojos
su grácil belleza y elegancia.
Una estrella dibuja,
en la distancia,
el nombre del amor
en tu silueta...
Te busco en la ardorosa llama
donde empieza y termina
la añoranza que no se apaga.
Allí donde los besos
con sutil tibieza
florecen en prodigios
con la luz del Universo.
DLR