Señor:
conscientes de que estamos en tu presencia,
queremos hacer un acto de fe
en el sacramento de la eucaristía.
Por eso hemos entrado en esta iglesia
y nos hemos acercado al tabernáculo,
donde permaneces día y noche,
para ser viático de enfermos y alimento de los débiles.
Te adoramos,
te bendecimos y te alabamos
por permanecer junto a nosotros,
por permitir que te visitemos,
por poder hablarte,
por ser tú Dios cercano.
Te damos gracias por tu palabra, que nos ilumina;
por tu eucaristía, que nos fortalece;
por tu amor, que nos salva.
Bendice nuestra familia;
haz que siempre vivamos unidos en tu amor
y en tu temor.
Que demos siempre testimonio de vida cristiana.
Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén