Una larga carretera entre grises peñascales, y alguna humilde pradera donde pacen negros toros. Zarzas, malezas,jarales.
Está la tierra mojada por las gotas del rocío, y la alameda dorada, hacia la curva del río. Tras los montes de violeta quebrado el primer albor: a la espalda la escopeta, entre sus galgos agudos, caminando un cazador
AUTOR ANTONIO MACHADO
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