Un plan y un propósito
Cuando Dios envió su Hijo a la tierra tenía un plan y un propósito. Su plan era salvarnos de un triste final, rescatarnos de nuestra vana manera de vivir y darle un nuevo sentido y nuevas metas a nuestra vida.
Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Este texto nos revela que El nos llama con un propósito específico de transformación, moldearnos conforme la imagen de su amado hijo para comenzar a formar parte de una gran familia, muchos hermanos en todas partes de la tierra siendo Jesús el primogenitode todos sus hijos.
Ser hechos conforme a su imagen involucra muchos cambios en nosotros, para darnos cuenta de esto debemos fijarnos bien cual es la imagen que presenta Jesús.
Lo primero que notamos es que Jesús mostraba imagen de siervo.
Mateo 20:28
Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
Todo lo contrario a lo que el hombre quiere hacer, tendemos a buscar o esperar siempre reconocimiento y autoridad, apenas llegamos a un Ministerio nos mareamos, queremos comenzar a regirnos por nuestras propias normas,y si alguien no esta de acuerdo, decimos que estamos en democracia y tratamos de imponer nuestras ideas en la iglesia o congregación, tremendo error!! La iglesia no se maneja por una democracia sino que es una Teocracia, lo que significa que Dios gobierna y dirige la Iglesia guiandonos a través de su Espiritu Santo y nosotros somos sus siervos y siervas, así de sencillo. La autoridad de sus Siervos no necesita imponerse, ni mostrando carteles ni sojuzgando a los miembros, sino que queda tácitamente implícita, se siente en la Iglesia porque es Dios quien la da, no hace falta imponerla porque es una autoridad especial que viene de parte de Dios. Jesús nuestro Maestro sirvió a su Padre sin carteles, siendo el primoénito y siendo Señor, tomó el fuentón y la toalla y lavó los pies de sus discipulos dandonos ejemplo de servicio y obediencia, ese el modelo al cúal Dios quiere conformarnos, es el ejemplo que debemos seguir.
Ser siervos es realizar nuestra tarea agradecidos al Señor, sirviendo con alegría sin sentirnos Super heróes, sabiendo que debemos a través de nuestras vidas y testimonio hacer que otros se acerquen a buscar conocer ese poder que nos cambió a nosotros y lleguen a ver la gloria de Dios.
Recibe la bendición de Dios, permitele ser el Señor de tu vida.
Dios te bendiga
Araceli Figueredo de Benary
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