Poesía de alguien que se había equivocado
Perdido estaba buscando la verdad
entre libros de árboles caídos.
Estos se elevaban sabios en su opinión,
y sabio también fui en mi vanidad.
Pero, a Dios un adolescente,
clamaba sabiendo que si existía,
no lo dejaría sin guía,
al pequeño viviente…
Luego de estudiar, para mí, mucho,
encontré un camino en Jesucristo.
Con gran esfuerzo abandoné mi orgullo,
me hice niño y aprendí lo verdadero.
Soy feliz, ahora digo,
porque felicidad tengo en mi pecho,
Si buscas lo verdadero...
¡Pídele a Dios hallarlo!
(Del libro en su tercera edicion "Poesías de un Poeta Cristiano" Autor Javier R. Cinacchi)