Primer Recuerdo
Porque pensaste que mis besos cubririan las fuerzas del destino cuando tu singular confianza se hizo trizas, humo herido, bajaste el pensamiento al fondo de tu alma y me llenaste el corazon de gestos y palabras. Yo me quede mirando sobre el hosco crepusculo, exprimiendo en la tarde mis angustiados frutos, creyendo en lo posible de que el amor perdure porque los ojos brillan de lagrimas y luces. Quise llegar a ti alargando mis dedos impalpables y naufrago el afan siguiendote en el viaje, esa fuga de formas del paisaje doliente amarga como el peso de niebla de la muerte. Pasaron unos pajaros con alas infinitas; despues no imaginaba siquiera tu sonrisa. La voz de las estrellas era un quejido incierto en esa doble noche ladrada de recuerdos. Nade en mares de sombras, pense cosas muy raras, busque coral y perlas para adornar tu cara, mientras gotas de plomo azotaban mi sueno y la vida era triste rosal mustio y enfermo. Quise hundirme al abismo y me mantuve a flote mas bien como un cadaver colgando de la noche que como un prisionero en carceles de olvido que gira locamente entre algas y conflictos. Pasaron unos pajaros con alas plateadas y fuiste adelgazando hasta quedar en nada, y murieron las lluvias, y cesaron las olas por las puertas del alba se marcharon las sombras, y al juntar nuevamente los quebrados anhelos encontre tus pisadas florecidas de hielo. Ricardo J. Bermudez
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