Todos los días
Todos los días nace un nuevo día, el pasado ya pasó y no podemos cambiarlo, sólo existe el presente, el futuro no ha llegado todavía. Te felicito por reconocer tus errores y hacerte conciente de ellos para no repetirlos; ya no te atormentes, pues la vida que llevaste te ha servido para aprender, madurar y convertirte en una mejor persona. Uno de los caminos hacia la realización personal, consiste en aprender de nuestros errores y aciertos. Te sugiero, que seas gentil contigo mismo, para evitar que te conviertas en un juez implacable que te condene por el resto de la vida a recordar y sufrir los errores del pasado. Perdónate a ti mismo, considerando que en ese tiempo no tenías la madurez, las herramientas, la experiencia o el conocimiento para comportarte de otra manera. No te dejes agobiar por la culpa, pide perdón si fuese necesario y pregunta qué puedes hacer para corregir tu error, o para suavizar las heridas de la otra persona, y haz cuanto sea necesario sin pérdida de tiempo.
Los errores y las malas experiencias nos ayudan a avanzar, pues nos enseñan a afrontar el presente con más sabiduría, compasión y entereza.
Ya no le dés más vueltas en tu cabeza, haz borrón y cuenta nueva, toma sólo la parte positiva de todo lo que viviste y concéntrate en el presente, pues después de una época difícil suele llegar una de alegría, y tú te lo mereces.