¿Qué hablar, qué decir? ¿Por que llega este sentir? ¿Como desterrarlo de mi? ¿Por que razón no conocida, tomo cuerpo en mi vida? Nada tengo que hacer, solo dejarlo salir, que recorra calles y plazas, que deje por las esquinas, repartida mi alma, que suba a las altozanas, y derrame sus lágrimas. No quiero retenerlo, no quiero guarecerlo, porque como mio, no acierto a reconocerlo. Me persigue y me toma, sin dejar resquicio, donde me esconda, abre puertas y ventanas, deja entrar sin piedad a los vientos que en sus brazos me traen la tempestad, que arrasa mi calma, dándome a surgir el anhelo de un decir: "!no me quedan fuerzas, soy lo que quieras hacer de mi!"
Elizabetta Septiembre de 2010
|