PARANOIA
Esta noche solitaria me embriagaré de locura,
me desvestiré de la gris cordura, y desnuda mi alma,
soñaré mil locuras y… ¡seré feliz!
Saltaré por la ventana de mis sueños
y me propagaré en una onda electromagnética
para acortar la distancia que me separa de ti.
Seré en esta inventiva, la partícula elemental
en el núcleo de tu corazón,
el electrón que genere la corriente necesaria
para llegar donde tú estés, ¡ Y te atraparé!
Antes de que te vistas con la sensatez de cada día,
te robaré de la rutina llana y exhaustiva de esa simple vida.
¡Ven amor, ven!
¡Toma de mi bolso el traje de vesania que hice para ti!
Sube a la utopía de volar, por mis desiertos y montañas,
por tus valles y playas, o donde nos lleve la imaginación.
¡Toma mi mano...!
y escalemos uno a uno, los colores del arco iris
y en la cima, en un abrazo fundidos,
dejaremos que el vendaval nos arrastre
como dos plumas a la deriva y nos eleve más y más…
¡Suelta la razón!
¡Deja volar tu corazón!
Descenderemos en un rayo de luz hasta el herbazal,
¡Ebrios de alegría! de este viaje delirante…
Cruzaremos en un albo corcel los bosques de la serranía,
yo… como una doncella ceñida a tu fornida espalda.
¡Y tú, erguido, galán orgulloso!
Atisbando algún peligro en rededor,
para llegar a salvo al torreón…
allí donde tus sueños haremos realidad.
¡Álzame en tus brazos y atravesemos el portal!
Encendamos las antorchas del amor,
el candil de la pasión que hay en tu pecho
y en tu cuerno de añil.
¡Haz que la luna se sonroje!
Que brillen mil luceros, hasta que estalle el corazón…
¿Qué importa lo que digan, o se rían de los dos?
¡Si tú me quieres y yo también!
¡Si somos dos locos...!
¡Dos dementes que soñamos con el amor!
Irene Vergara
Derechos de Autor
8 de septiembre 2010