A Un Hijo de Españoles
A un hijo de españoles arropamos
hoy en tierra francesa; el inocente
se apagó ¡feliz él! sin que su mente
se abriese al mundo en que muriendo vamos.
A la pobre cajita sendos ramos
echamos de azucenas, el relente
llora sobre su huesa, y al presente
de nuestra patria el pecho retornamos.
"Ante la vida cruel que le acechaba,
mejor que se me muera" nos decía
su pobre padre, y con la voz temblaba;
era de otoño y bruma el triste día
y creí que enterramos ¡Dios callaba!
tu porvenir sin luz,
¡España mía!
Manuel de Unamuno