MI TIERNA ALMOHADA
Todas las noches, al encenderse miles de estrellas en ese cielo donde te miro, bajo el recuerdo de tu mirada, tomo mi almohada con un suspiro, y, … ¡Oh maravilla!, llega a mis sienes todo un encanto de dulces sueños.
En esa magia de enamorado, donde hay ensueños, tú eres la almohada, mi tierna amada.
Tienes mis brazos, tienes mis besos, bajo la funda laten deseos que me recorren con gran anhelo.
¡Es un encuentro tan esperado, la ceremonia de cada noche, con esa almohada de mi desvelo!
Sí a ti te hablara te contaría cómo te nombro, cómo te quiero.
La toco y la acaricio, rememorando tu largo pelo, la pego junto a mi cuerpo y así me duermo, embelesado, siempre soñando con ese roce, que hay en tus manos de terciopelo.
Leonardo Sáenz Baez
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