Vuelve a los inicios. No vueles entre cortas faldas. No pases de visita, por los vicios. Vuelve a dar las gracias. Gracias, del principio.
Llega esta vez temprano. Felices serán los niños. No avises de antemano. Y volverás a verlos, celebrando tus abrazos. Tus cariños.
Deja que queden marcados, sus labios cálidos, en tus labios fríos. Los de ellos rozados. Los tuyos oscuros, sin bríos.
Acuéstate esta vez temprano. Que sepan que vuelves al nido. Abraza sin desgano. Abraza…casi parecido. Tu mujer es madre, y aún espera, que tu amor haya crecido.
Despierta sin que duelan, tus culpas por los vicios. Que las cobijas casi vuelan. En sueños, sin precipicios.
Ahora, despabila a tu amada. Es la madre de tus niños. Y volarán almohadas. En guerra declarada de cariños.
Y llegarás siempre temprano, como a primera cita. Tus niños esperando. Soñando. Que ya no pases de visita.
No vuelvas, Hermano, a aquellas faldas. Que tus recuerdos, son los míos.
Besábamos labios, sin bríos. Soñábamos con precipicios. Congelaban el alma, aquellos fríos. Si pasaban de visita, por los vicios.
DE LA RED
|