Hoy… Viviré Para Triunfar.
Tal es la primera promesa hecha al hombre caído. En ella está contenido todo el Evangelio y la esencia del pacto de la gracia. En gran parte, ya ha sido cumplida: la simiente de la mujer ha sido herida en su calcañar en la persona de nuestro Señor Jesucristo. Y ¡qué herida más espantosa! Mas ¡cuán terrible será también el quebrantamiento final de la cabeza de la serpiente! Esta profecía, virtualmente, tuvo cumplimiento por primera vez cuando Jesucristo llevó sobre sí el pecado del hombre; venció a la muerte y quebrantó el poderío de Satán; pero se cumplirá total y definitivamente en la segunda venidadel Señor y en el juicio final.
Para nosotros esta promesa constituye una profecía, a saber: heridos en el calcañar también seremos afligidos en nuestra corrompida naturaleza por el poder del mal; empero podremos triunfar en Cristo, el cual aplastó la cabeza de la antigua serpiente. Durante el año, tendremos ocasión de experimentar la primera parte de esta promesa ante las tentaciones con que nos acechará Satanás, y ante los ataques de los impíos, que son su simiente. Tal vez saldremos heridos y maltrechos de la lucha, mas no desmayaremos si sabemos acogernos a la segunda parte del versículo. Alegrémonos por anticipado en la seguridad de que reinaremos con Cristo que es la simiente de la mujer.
Hoy..Basado en esta promesa se que triunfaré y Reinaré con Él.
Señor, Ayúdame hoy a entender que tus promesas me abren la puerta hacía el futuro y Satanás no me puede derrotar. En el Nombre de Jesús. Amén.
Charles Spurgeon.