DAR SIEMPRE, DAR.
Hay algunos que dan poco de lo mucho que tienen
y lo dan para que se les reconozca;
este deseo oculto hace que sus regalos
no promuevan el bienestar.
Y hay aquellos que tienen poco y lo dan todo.
Estos son los que creen en la vida y
en la generosidad de la vida;
su cofre nunca estará vacío.
Hay aquellos que dan con alegría,
y esa alegría es su premio.
Y hay aquellos que dan con dolor,
y ese dolor es su bautismo.
Y hay aquellos que dan y no conocen el dolor al dar,
ni buscan alegría, ni lo dan pensando en la virtud;
ellos dan tal como, en el valle distante,
el mirto respira su fragancia en el espacio.
Por medio de las manos de personas como éstas,
DIOS habla y, detrás de sus ojos,
Él sonríe hacia la tierra.
Jalil Gibrán
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