DEJAME SEDUCIRTE.
Déjame seducirte no para que me ames, es que siendo amada tu sonrisa no empañe, déjame seducirte no para que me extrañes, es para que en soledad mi memoria te acompañe.
Quiero que me ames, no para sentirme amado, es para ofrendarte lo que el amor te ha negado. Yo quiero amarte y llenar de tu vida el vacío, disipando tu frío invierno con el calor de mi Estío.
Quiero amarte y hacer de ti tantas cosas, prodigarte lo que recuerdas no haber tenido, besar tus labios sintiendo su tersura de rosas, ofrendándote mis anhelos nunca ofrecidos.
Y si te sientes seducida pero temes amarme, deseando al hombre no queriendo al amigo, Yo también he temido de ti enamorarme, y sin ser tu amado… Al menos soy tu Amigo.
Amémonos sin importar lo que diga la gente, que se pregone nuestro amor en cada esquina, he desterrado de tu corazón la punzante espina, que el Cardo había clavado a tu alma feneciente.
Autor: Víctor A. Arana, (VICTOR SANTA ROSA), Cincinnati, Septiembre 23 del 2010.
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