A dieta están mis pensamientos que mueren asediados por el hambre Las ideas se escabullen como peces y los versos me reclaman mi impaciencia ¿habrá ciencia para éste que es mi eterno y vil lamento? No miento, no, no...no miento pero tampoco me delato la vida es la vida que se exhibe en las vitrinas la muerte es la muerte que se exhibe entre los féretros la gracia del instinto recupera su alta pluma reconstruye las alas del Fénix claudicante y comienza de nuevo la odisea de escribir y describir la vida, el amor el desamor, la muerte la vida tras la cortina nefasta de la muerte el dolor abrumador que nos ahuyenta y el placer exquisito que percibimos embriagados de sentidos inhumanos que se disfrazan de famélicos centinelas…
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