UNA LECCIÓN DE AMOR
Un esposo fue a visitar a un sabio consejero y le dijo que ya no quería a su esposa y que pensaba separarse.
El sabio lo escuchó, lo miró a los ojos y solamente le dijo una palabra: ¡ámela!. Luego se calló.
Pero es que ya no siento nada por ella, replicó el hombre.
¡Ámela!, repuso el sabio.
Y ante el desconcierto de aquel señor,
después de un oportuno silencio, agregó lo siguiente:
AMAR ES UNA DECISIÓN, NO UN SENTIMIENTO;
AMAR ES DEDICACIÓN Y ENTREGA. AMAR ES UN VERBO Y EL FRUTO
DE ESA ACCIÓN ES EL AMOR.
EL AMOR ES UN EJERCICIO DE JARDINERÍA: ARRANQUE LO QUE HACE DAÑO, PREPARE EL TERRENO, SIEMBRE, SEA PACIENTE, RIEGUE Y CUIDE.
ESTÉ PREPARADO(A) PORQUE HABRÁ PLAGAS, SEQUÍAS
O EXCESO DE LLUVIA, MAS NO POR ESO ABANDONE SU JARDÍN.
AME A SU PAREJA, ES DECIR, ¡ACÉPTELA!, ¡VALÓRELA!, ¡RESPÉTELA!, ¡DELE AFECTO Y TERNURA!, ¡ADMÍRELA!, ¡COMPRÉNDALA!.
ESO ES TODO... ¡ÁMELA!.
de la red
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