Desde el mediodía hasta las tres de la tarde se cubrió de tinieblas todo el país. Cerca de las tres, Jesús gritó con fuerza: Al oírlo, algunos de los presentes decían: Y luego, uno de ellos tomó una esponja, la empapó en vino agridulce y, poniéndola en la punta de una caña, le daba de beber. Otros decían:
Entonces Jesús, gritando de nuevo con voz fuerte, entregó su espíritu.
DIOS TE BENDIGA
PAQUI