El busto de nieve
De amor tentado un penitente un día con nieve un busto de mujer formaba, y el cuerpo al busto con furor juntaba, templando el fuego que en su pecho ardía.
Cuanto más con el busto el cuerpo unía, más la nieve con fuego se mezclaba, y de aquel santo el corazón se helaba, y el busto de mujer se deshacía.
En tus luchas ¡oh amor de quien reniego! siempre se une el invierno y el estío, y si uno ama sin fe, quiere otro ciego.
Así te pasa a ti, corazón mío, que uniendo ella su nieve con tu fuego, por matar de calor, mueres de frío.
D. Ramón de Campoamor
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