Se abre el telón de un mágico momento.
¡Cuánta espera!
Acto seguido surges tu. Mi pecho festeja y el mundo de pie, conmigo. Más aún, cuando a la venia final de tu sonrisa acompaña un…"Sí,…te acepto".
Luego, reina el silencio entre el tributo de la sala y los aplausos sonoros de mis besos.
Desde entonces… todos los días asisto en primera fila al teatro de mis sueños.
DE LA RED
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