La piel se arruga, el pelo se vuelve blanco; los días se
convierten en años...
Pero lo importante no ha cambiado; tu fuerza y tu convicción
no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña. Detrás
de cada línea de llegada, hay otro desafío.
Mientras estés vivo, siéntete vivo. Si extrañas lo que hacías,
vuelve a hacerlo. Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que
en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no
puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando
no puedas caminar, usa bastón.
Pero nunca te detengas!!!
Madre Teresa de Calc