COLUMPIANDO EL ALMA.
Columpiando el alma,
mi corazón soñador te
espera al entrar el alba.
Entre brisas y albricias, el
sol baña mi ser, emergen
suspiros plenos de amor y
ensoñación.
Llega espléndida la noche,
en su traje de gala, con luna
y luceros absorben mi amor
y la paciencia es el manto que
cobija mis ansías y añoranzas.
Y si la luna mengua, allí estaré
esperándote mientras columpio
en la eternidad lo que hoy te
obsequió, con el corazón y el alma.
AUTOR Maria Auxiliadora Fernández Velásquez.
06/11/10.