el Espíritu Santo nos hará sentir y saber que para conocer verdaderamente la Palabra de Dios a través de la enseñanza de Jesús, solo será posible a través del estudio, reflexión y meditación de ella entre dos o más personas, lo que quitará esas vendas negras y mágicas puestas en nuestros ojos espirituales en nuestra mente al ir teniendo acceso al conocimiento pleno del ministerio al que Jesús fue enviado e ir creciendo en sabiduría, en edad y gracia para Dios y para los hombres.