"Los humanos no se hallan predispuestos naturalmente a ponerse en la situación de los demás y ésta es la causa de tantos errores de juicio, tantas crueldades e injusticias. En el momento que dais vuestra opinión, ¿qué sabéis de la situación en la que se halla una persona?... Así pues, antes de criticarla, de acusarla, al menos durante algunos minutos esforzaos en poneros en su lugar: entonces, quizás os deis cuenta de que, si estuvierais en su situación, os comportaríais diez veces peor que ella. Merece la pena intentar ponerse en la situación de las personas que os son desagradables y que estáis siempre dispuestos a condenar. Si hacéis cada día este ejercicio tan solo algunos minutos, adquiriréis las cualidades de la paciencia, de la indulgencia, de la dulzura y de la generosidad de las que vosotros os beneficiaréis, y ellos también."