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Hermosas Reflexiones: ÉSTO TAMBIÉN PASARÁ
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Paqui  (Mensaje original) Enviado: 29/11/2010 21:14

 

 

 

Una vez, un rey citó a todos los sabios de la corte,

y les manifestó:

"Me he mandado hacer un precioso anillo con un diamante

con uno de los mejores orfebres de la zona. Quiero guardar

oculto dentro del anillo, algún mensaje que pueda ayudarme

en momentos de desesperación total. Un mensaje al que yo

 pueda acudir en momentos de desesperación o

desorientación. Me gustaría que ése mensaje ayude en el futuro

 a mis herederos y a los hijos de mis herederos. Tiene que ser

pequeño, de forma tal, que quepa debajo del diamante de mi anillo".

Todos aquellos que escucharon los deseos del Rey. eran grandes

sabios, eruditos que podrían haber escrito grandes tratados ...

pero ¿pensar en un mensaje que contuviera dos o tres palabras

y que cupiera debajo del diamante de un anillo? Muy difícil.

Igualmente pensaron, y buscaron en sus libros de filosofía por

 muchas horas, sin encontrar nada que se ajustara a los deseos del

poderoso Rey.

El rey, tenía muy próximo a él, un sirviente muy querido.

Este hombre, había sido también sirviente de su padre, y había

cuidado de él, cuando su madre había muerto. Era tratado como

de la familia, y gozaba de un enorme respeto de todos.

El rey, por esos motivos, también lo consultó. Y éste le dijo:

"No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje.’

"Cómo lo sabes? preguntó el Rey".

‘Durante mi larga vida en el palacio, me he encontrado con todo

tipo de gente, y en una oportunidad me encontré con un místico.

 Era un invitado de tu padre, y yo estuve a su servicio.

Cuando nos dejó yo lo acompañé hasta la puerta para despedirlo,

y como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje".

En ese momento el anciano escribió en un diminuto papel el

mencionado mensaje. Lo dobló y se lo entregó al rey.

- ‘Pero no lo leas. - dijo. Manténlo guardado en el anillo. Ábrelo sólo

cuando no encuentres salida a una situación". Ese momento no

tardó en llegar El país fue invadido y el rey perdió el reino.

Estaba huyendo a caballo para salvar su vida, mientras sus

enemigos lo perseguían. Estaba solo, y los perseguidores eran

numerosos. En un momento, llegó a un lugar donde el camino

se acababa. y frente a él, había un precipicio y un profundo valle,

 Caer por él, sería fatal. No podía volver atrás porque el enemigo le

cerraba el camino.

Podía escuchar el trotar de los caballos, las voces, la

proximidad del enemigo.

Fue entonces, cuando recordó lo del anillo. Sacó el papel, lo abrió

y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso

para el momento.

Simplemente decía:" ÉSTO TAMBIÉN PASARÁ’. Fue en ése

momento en que fue consciente de que se cernía sobre él, un gran

 silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse

 perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino.

Pero lo cierto, es que lo rodeó un inmenso silencio. Ya no se sentía

el trotar de los caballos. El rey, se sintió profundamente agradecido

al sirviente y al místico desconocido. Esas palabras habían resultado

milagrosas. Dobló el papel. volvió a guardarlo en el anillo, reunió

nuevamente sus ejércitos. y reconquistó su reinado. Ese día en que

entraba nuevamente victorioso a su ciudad, hubo una gran

celebración con música, bailes... y el rey. se sentía muy

orgulloso de sí mismo.

En ése momento, nuevamente el anciano estaba a su lado,

y fue cuando le dijo:

"Apreciado rey, ha llegado el momento para que leas nuevamente

el mensaje del anillo".

¿Qué quieres decir? preguntó el rey. Ahora estoy viviendo una

situación de euforia, las personas celebran mi retorno, hemos

vencido al enemigo".

"Escucha dijo el anciano este mensaje no es únicamente para

situaciones desesperadas. También es para situaciones

 placenteras. No es solo para cuando te sientas derrotado; también

es para cuando te sientas victorioso. No es sólo para cuando eres

el último; también es para cuando eres el primero".

El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: "ESTO TAMBIÉN PASARÁ’,

y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio

de la muchedumbre que celebraba y bailaba. Pero el orgullo, el ego,

 había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje.

Lo malo era tan transitorio como lo bueno.

Entonces el anciano le dijo:

- "Recuerda que todo pasa. Ningún acontecimiento ni ninguna emoción

son permanentes. Como el día y la noche:

Hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como

parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza

misma de las cosas".

 

 




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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Margarita12 Enviado: 01/12/2010 10:28
GRACIAS POR TU MENSAJE
 
 
 
 
 
 
 
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