Débil sonrisa del cielo,
de mil secretos guardiana,
regalo de paz que dejas
tu miel en cada mirada.
Dulce morada de sueños,
¿Quién no vuela en tus alas?
Siembras en cada pupila
una pasión olvidada.
Cantas el viento y la brisa
y entre hojarascas de plata
vas susurrando la niebla
en los jardines del alma.
Cuantos amores vencidos
ansían tu luz solitaria;
dulce veleta en los astros,
reina en la noche estrellada.