La mujer que esta dentro de mí se levanta ocupando su lugar, desbastando* a quien la quiera sojuzgar por las miles que prefrieron ver morir a sus sueños y al derecho de soñar.
La mujer que dormida en mis entrañas era presa de unas hordas carceleras de prejuicios ¡ya ha roto sus cadenas! y se eleva a las alturas de montañas.
Como alas abriré presto mis brazos que me lleven a comerme los caminos, sea Yo, quien ahora elija mi destino, sea Yo, la única autora de mis trazos.
Con valor y osadía inquebrantables lucharé por amor a mí y a ellas, que ahogadas por beberse tanto llanto enmudecen al abuso y al espanto de suponer que merecen tal condena.
LAURA GIMENEZ
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