AMOR Y LIBERTAD.
Amor que naces y recreas en la grandeza infinita misma, con surcos de libertad no eres cautivo sino libre cual viento.
Pereces en los agobios de la inseguridad, y en aras del porvenir te atan con cadenas cruentas.
Y tu cual ave, emigras por los resquicios de la imaginación, hasta convertir los temores en abrumadora realidad.
¿Por qué encadenar al amor? Al encadenar tal sentimiento, las ilusiones perecen cuales mariposas al ocaso.
En globos de miel, hoy te suelto sin miramientos ni resquemores; tan sólo una evanescencia he de ser en tu memoria.
Autor Maria Auxiliadora Fernández Velásquez. 22/11/10. Obra Registrada y Protegida
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