Desde finales del mes de noviembre empiezan a adornarse las casas, así como los establecimientos comerciales y las calles de la ciudad.
Empieza poco a poco a sentirse el frío de los vientos alisios que llegan del Norte y junto con este delicioso frío termina el invierno (que dura de mayo a noviembre) y entra el verano (que inicia a principios de enero y finaliza con los últimos días de abril).
Los adornos típicos que se utilizan son guirnaldas, luces de colores, bombillas que adornan el árbol de Navidad (que no puede faltar) junto con coloridos lazos y bolitas de colores que le dan mucha vida al ciprés de Navidad, además de los adornos típicos como los ositos navideños, los pastores, pingüinos, casitas navideñas y nuestro querido amigo San Nicolás y sus famosos renos.
Y por supuesto no puede faltar el tradicional portal de Navidad, con sus pastores, ovejas, riachuelos, fuentes, el pesebre, San José, La Virgen María, el buey y la mula, así como los Reyes Magos en su procesión hasta el Portal de Belén.
El Niño Dios es colocado el día 24 a medianoche para amanecer 25 luego de haber compartido con la familia en una cena y regalos. Normalmente las familias se reúnen en casa de los padres y se conversa y se convive en familia hasta la medianoche del 24 cuando entre rezos se coloca la imagen del Niño Dios en el pesebre de cada familia.
Luego de rezos de agradecimiento, se procede a la cena de Navidad, así como repartir los regalos de las personas grandes, porque los regalos de los niños los trae el Niño Dios, y normalmente son abiertos hasta el día 25 de diciembre apenas se levantan los pequeños de sus camas.
También el 24 de diciembre se acostumbra ir a misa a dar gracias a Dios por todo lo recibido, normalmente esta misa se hace a las 8:00 p.m., esto con el fin de que las familias estén en sus casas a la media noche.