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La víspera se adoban las carnes con sal, pimienta y cominos, ajos y cebolla, y se dejan en una cacerola.
Al siguiente día se ponen con suficiente caldo a cocinar hasta que estén suaves; entonces se retiran del fuego.
En una ollita aparte se pone a cocinar el maíz, luego se muele agregándole una cebolla molida, una cucharadita de comino y pimienta, 1/4 libra de manteca y el caldo, revolviéndolo todo muy bien.
Todo esto se pone a cocinar, moviéndolo constantemente hasta que hierva, y entonces se retira del fuego. Después se preparan los tamales así; se extienden sobre la mesa unas hojas de plátano, suficientes para un tamal, colocando sobre ellas, medio a medio, una capa de masa, y luego pedacitos de cada uno de los demás ingredientes, envolviéndolo todo esto muy bien en las hojas.
En una olla de agua hirviendo se echan los tamales, dejándolos al fuego por espacio de dos horas. Se dejan enfrían y luego se calientan nuevamente, se deben de comer tibios, y entre más añejos estén mas sabrosos quedan.
El resto de tamales debe de guardarse ya fríos en la refrigeradora para comerlos después.
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