Los preparativos comienzan a fines de noviembre. Es allí cuando miles de costarricenses comienzan a comprar los adornos para el arbolito, a pensar que comidas van a preparar en nochebuena y a llenarse de ansiedad cintando los días para recibir al niño Jesús.En la segunda semana de diciembre todo el mundo tiene iluminarías colgadas en las coronas de los cipreses y los Árboles de Navidad decorados.
Una curiosidad es que el àrbol de navidad costarricense es una especie de rama de hoja perenne grande, un ciprés pequeño o unas ramas disecadas de café. El “árbol” está generalmente decorado con pintura blanca y tiras coloreadas de papel maché. Y como lo dice la tradición mundial: la infaltable estrella de Belén en la punta del àrbol.Otra costumbre costarricense (y de otros países también eh!) es colocar un pequeño pecebre al lado del árbol de navidad. A las 12 en punto del 25 de diciembre se coloca sobre el pesebre al niño Jesús.Los niños reciben sus regalos y la familia brinda con una rica sidra o cerveza.
Es realmente bello visitar Costa Rica en estas épocas, ya que la mayoría gasta fortunas decorando las fachadas de sus casas, con increíbles juegos de luces y renos en las puertas de sus casas.Muchas familias colocan el arbol de navidad cerca de alguna ventana que quede a la vista para que la gente que pasa caminado pueda apreciarlo y embuirse del aire navideño.
Las comidas tipicas seràn el famoso tamal, como vimos también en Honduras. La tortilla con queso, maíz y cualquier cosa. El vigorón: repollo, tomate, yuca y chicharrón, servido en una hoja de plátano. La carne de cerdo a la parrilla, pollo y chorizos. Muchos costarricenses han tomado la costumbre extranjera de comer pavo y jamón acompañado por el tradicional tamal costarricense. Mas allà de las diferentes costumbres, Costa Rica es uno de los lugares màs bellos para festejar la Navidad