Una epifanía… que desolación la mía cuando ya no sé que es una alegría en una noche que debería ser fantasía, en la frecuencia de hermosas resonancias de abundancias y extraordinarias poesías.
Resplandecer de muchas algarabías, ese es el sentir del interior de mi alma en este espacio tan pero tan solitario, sin poseer el bálsamo de un calendario que te quite el yacimiento del suplicio.
Noche buena que debería ser de caricias colmada de muchos abrazos y sonrisas, en un punto de tanto amor y ternura dando a tu espíritu un sentir de emoción, donde no exista melancolía ni decepción.