El gato y los ratones
La Fontaine
Un gato, llamado Rodilardo,causaba entre las ratas tal estragoy las diezmaba de tal maneraque no osaban moverse de su cueva.Así, con tal penuria iban viviendoque a nuestro gato, el gran Rodilardo,no por tal lo tenían, sino por diablo.Sucedió que un buen día en que Rodilardopor los tejados buscaba esposa,y mientras se entretenía con tales cosas,reuniéronse las ratas, deliberandoqué remedio tendrían sus descalabros.Habló así la más vieja e inteligente:-Nuestra desgracia tiene un remedio:¡atémosle al gato un cascabel al cuello!Podremos prevenirnos cuando se acerque,poniéndonos a salvo antes que llegue.Cada cual aplaudió entusiasmada;esa era la solución ¡estaba clara!Mas poco a poco reaccionaron las ratas,pues ¿cuál iba a ser tan timorata?¡Quién iba a atarle el cascabel al gato!Así he visto suceder más de una vez-y no hablo ya de ratas, sino de humanos-:¿a quién no lo han golpeado los desengaños?Tras deliberaciones, bellas palabras,grandes ideas... y, en limpio, nada.
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