Gracias a las palabras creamos y exploramos universos
reales e imaginarios.
Son puente y camino para conocer y reconocer al otro,
descubrir sus preocupaciones y sus sueños
y son también el medio para llegar hasta nosotros mismos.
La palabra sorprende, conmueve, enternece y emociona.
La palabra nos permiten llegar a la risa, a la alegría,
a la ternura y al humor desde lo más inesperado.
Pero ellas pueden convertirse magicamente en curadoras.
Con la palabra podemos: aliviar dolores, rabias y culpas,
sanar heridas, convencer miedos, soltar pesadas cargas,
liberar y liberarnos.
Aprovechemos la energía de nuestras palabras,
a cada paso, en nuestra vida.
Con afec