CONSAGRACIÓN
AL NIÑITO JESÚS
Oh dulcísimo Jesús Cordero de Dios,
que has venido al mundo a quitar los pecados
de las almas.
Aquí nos tenéis, Niñito de Belén, te amamos,
te adoramos queremos aprender tus divinas
enseñanzas porque. Tú eres nuestro modelo
y Maestro. Nos consagramos a Ti, Divino Niño,
y te suplicamos humildemente nos enseñes
el amor a la inocencia, a la santa pureza
y santidad de vuestra vida; enséñanos
el amor a la cruz del sufrimiento, a la
pobreza y humillación.
Enséñanos a obedecer a nuestro Dios;
a nuestros padres a nuestros superiores
y a nuestros maestros, para que
imitándote en el Pesebre de Belén y
en tu vida oculta de Nazaret, te sigamos
hasta el Calvario y resucitemos contigo
en la gloria, para librarnos del Infierno
y amarte, con los Ángeles y Santos para
toda la eternidad, en el cielo. Amén.
D/R