LA ABEJA
Era un hermoso dia a principio de Junio. El mundo entero
rebozaba de vida y de color. Todos los árboles le gritaban al
mundo que había llegado la nueva vida anunciándolas con
sus verdes brillantes. El cielo era de un azul límpido,
salpicado de blancos copos de nubes. Y la profusión de
rosas llenaba todo de color.
El papá y su hijita Rebeca decidieron dar un paseo por el
prado en aquella mañana de primavera. Bajo la ventana,
respiro profundamente el aire fresco y salió por el camino
desértico.
A los pocos kilómetros, el papá noto que Rebeca estaba
irritada. ¿Que pasa, querida?, le pregunto amablemente.
Hay una abeja, papi. ¡Haz algo!...
Rebeca era tremendamente alérgica a la picadura de abeja
y tenia que llevar siempre consigo una medicina. Pero,
aun estando preparada, la picadura era para la pequeña
una experiencia aterradora y quería evitarla por todos
los medios.
Mientras el papá paraba el automóvil, miro a Rebeca
notando el terror que se había apoderado de ella. Estaba
frenéticamente palmoteando el aire mientras la abeja
revoloteaba sobre su cabeza.
Y todo se acabo tan pronto como había comenzado. Papi,
¿que paso con la abeja?, no la oigo mas. Rebeca movía
los ojos para todos los lados esperando ver la abeja posada
en algún lugar, lista para atacar. Pero la abeja había
desaparecido. Ya me encargue de ella, querida, ¿ves?
Aterrorizada, Rebeca vio como su papá abría el puño
cerrado y la abeja revoloteo un poco dentro del auto antes
de salir por la ventanilla. Papi, ¿por que soltaste esa cosa
horrible dentro del auto?, ¡me podía haber picado!
No, Rebeca, Una vez salida de mi mano ya no era peligrosa
para ti. ¿Ves?. Cuando la agarre, me pico a MI, Mira la
picadura en mi mano. Así han sido creadas las abejas.
Pueden picar una sola vez y luego salen volando para morir".
Jesús tomo el aguijón de la muerte en lugar nuestro.
Porque él murió, aquellos que confiamos en la salvación
de él, tenemos la seguridad que el cielo es nuestro destino
final. Así es, a no ser que Jesús venga primero, vos y yo
algún dia moriremos. Demos gracias a Dios que nos ha
dado la victoria sobre la muerte por medio de Jesucristo.
¿No me crees?.
Solamente tienes que mirar las palmas de las manos de
Jesús. Todavía podes ver las marcas donde la muerte lo
aguijoneo a él. Que el Señor te bendiga
D/R
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