"Tener una familia, amigos, poder vivir en armonía con su entorno, la mayoría de la gente afirma que no hay nada más valioso. Sin embargo, ¡cuántas discordias en las familias y cuantas amistades, uniones y lazos rotos! ¿Por qué? Porque somos descuidados y negligentes. ¿Queréis mantener buenas relaciones con vuestra familia, vuestros amigos y todo vuestro entorno? Vigilad vuestras palabras. Y cuando debéis hablar con alguien cercano a vosotros sobre un tema delicado que le concierne, reflexionad bien primero. Por otra parte, de un modo general, cualquiera que sea el tema, es preferible sopesar bien las palabras, y sobre todo no responder de inmediato. Porque a menudo, cuando hablamos sin habernos tomado tiempo para reflexionar bien, olvidamos casi de inmediato lo que hemos dicho. Pero, he aquí que las personas a quienes nos hemos dirigido, ellas no lo olvidan."