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La lacra del perfeccionismo
El perfeccionismo en los pequeños trabajos puede mantenerte eternamente alejado de hacer lo importante. Puedes pulir esa carta o informe todo lo que quieras, pero a nadie le importará y habrás dejado de lado lo importante.
Conozco al mejor reparador de máquinas de una empresa. Esta persona gestiona las roturas a la perfección, devuelve las piezas en unos embalajes que van impolutos, autenticas obras de arte. La empresa lleva años con este proceso innecesario. Debería poner a esa persona tan efectiva en otro departamento, como su caótico almacén. En cambio se le mantiene en su puesto por el perfeccionismo con el que hace su trabajo. Pero es un desperdicio, si lo hiciera la mitad de bien sería lo mismo. Suficiente es suficiente.
Otras organizaciones cometen un error parecido al ocupar a sus mejores trabajadores con gestiones que pueden subcontratar. Gente Freelance que puede hacer muchos trabajos con una calidad aceptable, labores que no necesitan ser perfectas, simplemente hay que hacerlas. Hoy en día, hay trabajos que se pueden realizar a 1000 kms de la oficina, reservando a los trabajadores experimentados para diseñar estrategias, planificar y mejorar procesos.
Confía en tu instinto trabaja rápido y no quieras tenerlo todo perfecto. Sino limitarás la visión global de tu trabajo y tardas 3 veces más. Hay cientos de tareas que no tienes que hacer a la perfección. Es como ir con prisa y plancharse solo la parte delantera de la camisa, la que se ve y no cubre la chaqueta. Llegas a tiempo a la cita y nadie verá la parte no planchada.
Como las decisiones, es mejor una mala decisión que no tomar ninguna. Ser competente no significa ser perfecto. Porque un trabajo perfecto entregado fuera de tiempo no sirve. Además, siempre tendrás tiempo de corregirlo todo mas tarde. Es mejor completar todo con errores y ver el “Gran Proyecto” terminado, que pararse en todos los puntos hasta verlos perfectos ya pondrás los puntos y las comas mas tarde.
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