La fortaleza de un hombre no está en el ancho de sus hombros... está en el tamaño de sus brazos cuando abrazan.
La fortaleza de un hombre no está en lo profundo del tono de su voz... está en la gentileza que usa en sus palabras.
La fortaleza de un hombre no está en la cantidad de amigos que tiene... está en lo buen amigo que se vuelve de sus hijos.
La fortaleza de un hombre no está en su cabello o su pecho... está en su corazón.
La fortaleza de un hombre no está en lo duro que puede golpear... está en lo cuidadoso de sus caricias.
La fortaleza de un hombre no está en el peso que pueda levantar... está en las cargas que pueda llevar a cuestas.
La fortaleza de un hombre no está en las mujeres que ha amado... está en poder ser verdaderamente de una sola mujer.
La fortaleza de un hombre no está en creer que todo lo puede… está en reconocer que sin Dios, nada sería posible.
Desconozco su autor
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