¿Dónde se fué mi vida?
¿Dónde se fué mi vida cuando se fué mi estrella?
¿Si huyó de mí, quién sabe, o es que no puedo verla?
¿Es que me cogió el alma una brutal ceguera?
¿Se ha anulado mi tacto que palpa sin que se sienta?
¿Mientras estás conmigo me destroza tu ausencia?
¿Me llamas y me besas sin que escuche ni sienta?
¿Me oprimes en tus brazos mientras te sueño muerta?
¿Tú, huirte? ¿Tú dejarme en soledad inmensa?
¿O es la locura acaso quién puebla mi conciencia?
¿Es verdad que te llamo sin alcanzar respuesta?
¿Pido, inútil, tu amparo mientras alguien me acecha?
¿Grito y tú no respondes? ¿lloro y tú no me besas?
No, tú me abandonas… ¡Yo me he tornado ciega!
Tú no me abandonaste: fui yo como antes fuera…
Me llamas y no escucha mi corazón de piedra.
La luz ya no me sirve para verte con ella.
Mis manos ya no logran palpar carne tierna.
Ni mis labios alcanzan el beso que me entregas.
Perdí yo los sentidos con que te adoré ciega,
y mi alma mutilada que al no vivir no vuela,
me ha dejado una vida que no alcanza a tu estrella …
¡No penetra tu grito tras la muralla eterna!
Si lograra tu cielo, o bien tu noche negra …
No quiero aire, si no es ese tu aire de seda.
Quiero cortarte rosas: las que en tus prados crezcan.
Quiero la noche obscura en donde tu alma duerma
Quiero tus mares hondos o bien tu obscura piedra. Quiero un hueco en la almohada donde está tu cabeza.
¡Quiero ese cielo azul donde acaso te encuentras!…
¡Reza dulce rosarios con tus manos de seda!.
¡Dale a Dios tu sonrisa para que a ti me vuelva,
y a tu hermana la Virgen, acércate, hechicera !…
¡Qué me dé lo que tienes, que me dé lo que tengas:
la vida en donde yazgas, la muerte, si estás muerta!.
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