Como pez.
Puedo sentir la brisa de la vida,
y simplemente sonreír al porvenir,
cuando se enciende mi imagen decidida,
a darle el sol a la forma de vivir.
Entonces busco los cielos que me agradan,
y me conmuevo con cada bella flor,
que me recuerda las horas de verano,
y me sublima en las cunas del amor.
Y en ese instante me siento verdadero,
y hasta percibo otro poco a mi niñez,
que me renueva en las sales venideras,
mientras mis aguas me sienten como pez.