Los fenómenos que parecen acontecimientos malos, dolorosos, desagradables, son estados transitorios de algo que está mejorando.
En mi casa tengo un canario que canta cuando te nombro. Mira si te nombro veces que hasta el canario está ronco.
El rió vuelve a su cauce, la golondrina, a su nido, sólo el corazón no vuelve a tener la ilusión que ha perdido.
Anoche pedí a un ángel que fuese a protegerte mientras dormías. Al rato volvió y le pregunté por qué había vuelto. Una ángel no necesita que otro lo proteja, me respondió.
No te fijes en la letra, ni tampoco en la escritura, fíjate en mi que te quiero con locura!.
Lo que hace disfrutar de una relación son los intereses comunes; lo que la hace interesante son las pequeñas diferencias.
Si te propones desempeñar un papel superior a tus fuerzas, no sólo lo harás mal, sino que dejarás de desempeñar aquél que en realidad te corresponde.